Educación y civismo
Con frecuencia, en nuestro quehacer diario, realizamos numerosas acciones, comportamientos, que ponen de manifiesto nuestro niveles de civismo y educación. Incluso podríamos decir, que cuando lo hacemos de manera inconsciente, aún es más evidente que nuestro comportamiento, nuestras acciones, están más interiorizadas, más aprendidas. Por eso en ocasiones decimos que nos traiciona el subconsciente. Para comprobarlo se puede observar cómo aparcamos los vehículos en la calle, o cómo caminamos por las aceras, o cómo reaccionamos en diferentes situaciones en las relaciones sociales. El bienestar de la sociedad, la felicidad colectiva y particular, depende más de los niveles de educación y civismo que manifestamos que los progresos y los avances científicos. Los ejemplos o los malos ejemplos crecen como las setas por toda la geografía guriezana: excrementos de perros, coches mal aparcados o aparcados encima de las aceras, plazas y parques llenos de restos de envoltorios, bolsas, ch