DISTORSIÓN DEMOCRÁTICA
La distorsión que ha sufrido la DEMOCRACIA como forma de vida y contrato social, ha llevado a pensar a muchas personas que democracia es hacer lo que me venga en gana, es estacionar donde me plazca, es hacer de mi capa un sayo y entonar la libertad individual como bandera justificativa de una conducta lesiva y tóxica para el resto de ciudadanos, como cuando un político miente descaradamente una y otra vez a los ciudadanos para asegurarse su "modus vivendi", engordando sus bolsillos...
Los procedimientos democráticos, teóricamente, deberían usarse por demócratas y en beneficio de la democracia. Con embustes, trampas y fraudes,nadie puede llamarse demócrata ni utilizar la democracia como escudo de sus acciones, claramente antidemocráticas.
Cuando los ciudadanos permitimos que nuestro gestores políticos y sus sicarios a sueldo perviertan y prostituyan el concepto de democracia estamos permitiendo e incluso alentando el nacimiento de un híbrido altamente tóxico que podríamos llamar dictadura democrática: un gobierno que centraliza el poder, su poder, por encima de las normas y procedimientos legales, que hace del engaño su principal arma de "gestión", que manipula sin escrúpulos, que compra voluntades a costa de favores y prebendas a cargo del dinero público. Un "gobierno" para el que todo vale total de alcanzar su objetivo de perpetuarse en el poder y vivir del cuento...
La democracia conlleva un alto grado de responsabilidad cívica, de saber que no solo tenemos derechos, sino que además, tenemos deberes que cumplir, obligaciones con nuestros vecinos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros compañeros de estudios, con nuestra familia.
Como ciudadanos, formamos parte de una comunidad social, política y económica. Y como demócratas, tenemos el derecho y la obligación de exigir que nuestros representantes un comportamiento digno y ejemplar, volcado en dar soluciones a los problemas reales de la ciudadanía a la que representan y la que les sustenta.
Conviene tener presente que la democracia, el ciudadano democrático, surge como respuesta a las tiranías y/o totalitarismos impuestos. Mucha gente confunde el votar con la democracia. Y sí, votar es democracia, pero no solo votar... Democracia también es dialogar, fomentar la convivencia y gobernar para todos, no solo para los que te votaron,... También es hacer que las personas confíen plenamente en las instituciones y organismos, como gestores justos e imparciales, cumplidores de las reglas del juego acordadas, respetando los procedimientos legales establecidos.
La gran pregunta que como ciudadano y como demócrata convencido me hago es: ¿Hasta cuándo vamos a permitir que nos tomen el pelo? No podemos permitir que algo tan importante para la convivencia y el progreso, personal y colectivo, quede en manos de personajes inmaduros, pueriles, estafadores de guante blanco que nos siguen mintiendo con una sonrisa en la cara mientras nos roban la cartera y desvalijan nuestro estado de bienestar. Ahora entiendo las palabras de Rajoy...
En Guriezo es impresentable la incapacidad de nuestros políticos, amparados en la mentira y en el servilismo clientelar, cuando de unos cuando de otros. Da pena y vergüenza ver lo que están cobrando para no hacer nada y tener que soportar como te mienten a la cara sin inmutarse.
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